Resolución de Problemas
Todas las personas en algún momento de nuestra vida, estamos expuestos a situaciones que representan un problema y que requieren de una solución. Todos tenemos diversas maneras de buscar una respuesta frente a esto, sin embargo, algunos carecemos de la capacidad de encontrar soluciones ante dichas situaciones debido a que su repertorio comportamental y cognitivo no dispone de estas habilidades o no las ha ejercitado.
Las personas que no cuentan con esta habilidad, experimentan frustración y una visión de túnel, que se caracteriza por la incapacidad de enfocar la atención en otra cosa que no sea el problema lo cual, no permite buscar soluciones posibles a la situación.
La resolución de problemas tiene como objetivo poder ayudar a las personas a identificar y resolver los inconvenientes que puedan surgir a lo largo de su vida. De esta manera, esta habilidad le ayudará manejarse de una manera más eficaz y autosuficiente en el futuro.
Dicha técnica, resulta muy útil para las respuestas desadaptativas como los trastornos de ansiedad, la depresión, el dolor, comer o beber en exceso, etc. Es importante, que la aplicación de la resolución de problemas se haga con problemas actuales y que se tenga en cuenta que, tras el empleo de la misma, se pueden producir cambios duraderos en el entorno.
Según D´Zurilla & Nezu (1982), plantea el siguiente método:
1 · ORIENTACIÓN HACIA EL PROBLEMA:
Percepción del problema: Darse cuenta que se tiene un problema. Identificar síntomas como tristeza, ansiedad, rabia, etc. Y aceptar la relación de estos síntomas con la situación problema.
· Atribución del problema: atribución a causas internas y/o externas.
· Valoración del problema: positiva/reto o negativa/amenaza.
· Compromiso tiempo/esfuerzo: ¿Estoy preparado/a para resolverlo ahora?
Importante en esta fase: Estar motivados para solucionar el problema.
2 · DEFINICIÓN Y FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:
Recolección de información relevante sobre el problema, basada en hechos.
Para conseguir ser objetivos, nos pueden ayudar las preguntas: ¿Cuál es el problema? ¿Cuándo ocurre? ¿Dónde ocurre? ¿Quién está implicado?
Establecer una meta realista de solución del problema. El Objetivo principal que motiva la resolución del problema.
Puede ser muy provechoso ir anotándolo en un cuaderno.
3 · GENERACIÓN DE SOLUCIONES ALTERNATIVAS:
Realizar un listado potenciando la cantidad y variedad de posibles soluciones que se nos ocurran sin juzgarlas en ese momento, elaborar una lluvia de ideas.
Es necesario ir anotándolas en un cuaderno.
4 · TOMA DE DECISIONES:
Anticipación de los resultados de la solución: pensar en las ventajas y los inconvenientes que tiene cada posible solución propuesta en la lluvia de ideas (tenerlas en cuenta y preparar un plan de acción quedándonos con las soluciones que tengan menos inconvenientes).
Realización de la conducta de solución.
5 · EJECUCIÓN Y VERIFICACIÓN DE LA SOLUCIÓN:
Autoobservación de la conducta y del resultado (ver qué tal va).
Autoevaluación, comparando el resultado actual con el resultado esperado.
Autorefuerzo (¡es muy importante intentarlo, es a base de intentos cuando se consiguen los logros, ánimo!).
Si el resultado no ha sido el esperado, investigar qué falla y hacer los cambios necesarios para llegar a un resultado satisfactorio.