Muchas personas abandonan sus objetivos porque se ven incapaces de seguir una disciplina y rigor cada uno de sus propósitos exigentes y perfeccionistas que se marcan. Al iniciar marcan un punto de partida, inician haciéndolo todos los días como, por ejemplo: hacer ejercicio, comer saludable, pero a la primera que fallen se sienten frustrados y lo abandonan.
Es uno de los principales errores de las personas que no consiguen regularidad en sus objetivos. Lo ven más fácil decir “no soy constante, no pude hacerlo”, “no sirvo para eso”; en lugar de interpretarlo de esta manera, lo mejor sería cambiarlo por “me voy a dar más oportunidades”.
No te sientas incapaz, es suficiente con lo poco que hagas, enfócate en buscar estrategias como incrementarlo e ir asentando el cambio para lograr un cambio en ti y lograr tus metas planteadas. Todo es un proceso.
1 día si, 3 días no, es mucho más que 4 días… Deja de juzgarte …y al ataque con lo poco que sea.
Antes de mirar hacia nuestras metas más grandes primero debemos enfocarnos en los pequeños logros y darle la importancia que se merecen, ya que todas estas en conjunto son las que hacen la diferencia y nos acercan a esas grandes metas.